De pronto, se enciende la luz y la puerta empieza a subir, lenta pero segura. En el mismo lugar, unos metros más adentro, dos personas se esconden, con sigilo, detrás de un coche. Llevan horas esperando, en penumbras, que llegue este momento, sólo amparados por la tenue luz de un teléfono móvil, para no alertar de su presencia.
La puerta sigue su trayectoria, con el quejido de unos hierros que se enrollan entre sí. Tras ella, aparecen dos sendos faros que inundan de luz todo el recinto. En su escondite, ellos permanecen inertes, evitando casi hasta el respirar, para no ser descubiertos.
Un coche cubre, con su presencia, toda la entrada. Se desplaza lentamente y aparca con precisión.
La puerta vuelve a chirriar, como un lamento, ahora en proceso de descenso. Se silencia el motor y las luces dejan de alumbrar. Todo vuelve a quedar sumergido en aquella tiniebla misteriosa.
Del coche se baja su pasajero. Con un movimiento lento y pesado, se dirige a la escalera, sólo que antes, procede a dejar sobre el asfalto del garaje de la comunidad de vecinos, y tras un ronroneo de placer, los restos de una orina ácida y convulsa.
Los escondidos, al amparo de la oscuridad, al fin logran su objetivo y atacan como animales salvajes contra su presa.
Lilia, eres una buena contadora de historias. Este relato es una muestra. Entras directamente al meollo del asunto, atrapas al lector en la primera línea, a través de los interrogantes que abres. Muy buen trabajo.
ResponderEliminarUy!, Isabel, es la tercera vez que escribo el comentario y no sale publicado. Voy a por ello de nuevo : decía a Lilia que me parece una bonita forma de contarlo y te decía a tí que es una excelente idea esto del taller de los jueves, porque yo voy a uno ...los martes!!. Puede que se animen a hacer algo así o parecido ¡nunca se sabe!.
ResponderEliminarQue me quedo de seguidora-amiga, y con esta también va la tercera vez, y que como sigas abriendo blogs no sé qué va ser de mí ...¿cómo voy a leeros a todos ...?.
Un abrazo de Laura.
Excelente relato, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarLilia, seguiré tus pasos y será un placer leer tus excelentes relatos..........
ResponderEliminarOí de tu propia voz este relato y me encantó, pero leyéndolo aqui con mi tiempo, con mis pausas e imaginando sonidos y escenario, lo he disfrutado.
ResponderEliminarBesitos, Lilia, quiero seguir leyéndote.
Interesante relato.
ResponderEliminarExcelente narrativa!, Felicidades mi hermana, cada día te admiro más, haces muchas cosas bien y esta es una de ellas, le pones todo el amor, las ganas y el empeño que te caracteriza para hacer las cosas que te gustan, por esto te salen tan bien!, espero seguir disfrutando de tus relatos que me encanta!. En hora buena y mucho éxito!. Te quiere, Tu Hermana.
ResponderEliminarQuien pudiera llegar a escribir así, haciendo comparaciones, creando de lo inexistente.... Felicidades, te ha quedado un bonito relato.
ResponderEliminar¡¡Enhorabuena!!
Me encanta el relato felicidades Lilia
ResponderEliminarMuchas gracias a todos. Un beso
ResponderEliminarDoy fe, yo estuve allí y no fui la que orine. Raquel, vecina de esta nuestra comunidad.
ResponderEliminarCosto todo un año de espera,pero al fin cayo.Juan
ResponderEliminar