sábado, 29 de octubre de 2011

POEMARIO DEL MAGMA de Álvaro Salandy Valdez


            Eloy estaba en casa de su amigo Juan José cuando llegó la guardia civil y les dijo, en apuros evidentes, que debían evacuar la zona porque el volcán estaba escupiendo lava y humo. Tenían que llevar sólo lo más importante, “aquello que les quepa en las manos”. No podían esperar por el lento andar de dos ancianos y se fueron a tocar la puerta en la siguiente casa.
            Con sus pasos cortos, Eloy vio a Juan José bajar la colina detrás de una manada de ciudadanos responsables ante la emergencia, mientras él subía la pequeña cuesta hasta su casa y, al levantar los ojos. miró  hacia la nube de polvo ardiendo en los cielos como el magnesio en combustión; un manto rojo bajaba por la montaña Borondón. Apuró el paso y llegó a su casa.
            Con la urgencia debida, abrió cada cajón  hasta encontrar, en el armario de su habitación,  el viejo cuaderno de su difunta Cristina, la poeta nocturna. Cayó en  cuenta de que nunca había abierto esa bonita libreta de tapas verdeazuladas. Cris no le había dejaba leerlo nunca y él había respetado su decisión   durante los quince años que llevaba muerta. No lo pensó más. Lo abrió y pudo ver que  por sus páginas navegaban letras estilizadas y azules, como el Mar de las Calmas, tan cercano a su casa, con títulos como Él y su jardín, Manos de mi amor  y Curandero. Todo el cuaderno estaba dedicado a él y su extraños pasatiempos: su manera de besar, de hablar, tocar y mirar.  Cuando llegó a la última página leyó el verso:

 hasta el día de mi muerte besaré cada arruga de su rostro.

Sentía el tremor bajo sus pies y pensó en la casa llenándose de magma y vaciándose de la poesía de su mujer. Por eso, saltó de la orilla de la cama y salió por la puerta trasera de la casa donde el calor parecía menor. Un helicóptero de las fuerzas armadas lo recogió y así  es como, ahora, tienen ustedes este Poemario del Magma en sus manos.  

5 comentarios:

  1. Gracias, Álvaro, por dejarnos este relato que nació en medio de nuestra gran y expectante fantasía por ver el nacimiento de una isla, en plena efervescencia del volcán, aun sin nombre, de la isla de El Hierro. La isla no ha surgido aún, aunque nuestro deseo sigue intacto. Lo que sí nació fue esta jugosa historia llena de matices que, con tu permiso, doy por dedicada a una ilusión compartida y a nuestra amistad. Un abrazo fuerte y sigue trabajando en nuestro Taller, por favor, a través de este hilo invisible y virtual.

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  2. Muy bello cuento, romántico, tierno y pleno de imagenes. Felcitaciones.

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  3. Sí, Alvaro, sigue trabajando y compartiendo tus narraciones con nosotros, es una gozada leerte.
    Gracias a este rinconcito que Isabel ha creado podemos seguir enriqueciéndonos de nuevas palabras.
    Besitos.

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  4. Espectacular relato, el cual solo nace de un gran escritor y poeta como tu. Sigue escribiendo para poder deleitarnos cada día. Un beso y un abrazo allá donde estas. Salandy!

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