jueves, 13 de octubre de 2016

COSTUMBRES EXTRAÑAS





Desde pequeña veo caras en todas partes. No las busco; ellas se presentan ante mí. Caras en las nubes, en las grietas de las paredes, en las sombras de las cortinas, en las montañas, en el suelo. Rostros de animales o personas. Muchas veces deformes y terroríficas; que a veces dan miedo y otras  se instalan en tu propia casa; en tu vida.  Una de ellas lleva años mirándome de frente, con rostro malévolo y facciones en relieve; retándome. Yo aparto la vista pero presiento que me vigila. Lleva muchos años allí y se ha convertido en una figura más de la estancia. Pero yo la sigo ignorando;  aunque a veces tengo  curiosidad por saber qué significa y dudo si plantarle cara  a la espera de su reacción, porque estoy segura de que tiene vida. Pero al día de hoy no he logrado unir el valor suficiente para hacerlo.




1 comentario:

  1. La pareidolia es rara pero no tanto porque… ¿quién no ha creído ver la forma de un animal en las nubes o el busto de una mujer en montañas, o gigantes en acantilados o un arado en las estrellas?

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