jueves, 10 de enero de 2013

UN BUCHE CAFÉ de Zuleima Reyes




Cada tarde sucedía lo mismo.  La rutina me devoraba y yo sin poder hacer nada.  Le contaba a él, mi fiel confidente, todos los detalles de mis maravillosos movimientos y es que, el trabajo que ahora me traigo entre manos, necesita estar cuidadosamente planificado, de lo contrario mi cabeza podría rodar por los suelos.   La tarde en la que todo cobraría vida, no tardó en llegar y mi oscuro compañero, como de costumbre, esperaba humeante a que el pan saliera, tal y como habíamos planeado.  El individuo cruzó el marco de la puerta y una sonrisa enorme asomó en su rostro.  Supongo que el brillante vestido vintage había cumplido su cometido.  Tras darme dos eternos besos en las mejillas, se atrevió a comentar el nombre de mi perfume, sin éxito, así que, como estaba planeado, pasamos al gran salón de la mesa, aquel donde mi peculiar amigo esperaba pacientemente.  Sin más preámbulos, él cumplió su misión, y es que en cuanto aquel hombre sorbió un buche de café, su cuerpo cayó en redondo al suelo, sin una sola gota de vida en sus ojos.  El plan había salido a la perfección, después de lo cual, recogí el desastre y seguí con mi monótona vida.  Iba a prepararme un café, al que contaría lo ocurrido, con todo detalle, convirtiéndolo en mi fiel confidente.  De esa manera, pasaría los días en la cocina, a partir de entonces.


3 comentarios:

  1. Excelente relato negro, donde la autora juega a confundir al lector. Este es un estilo que se te francamente bien, Zule.

    ResponderEliminar
  2. Genial es poco calificativo para este texto. me ha encantado y me ha sorprendido el desarrollo de la historia. Me chifla este tipo de historias.

    ResponderEliminar

Nos gusta saber tu opinión, sea cual sea. Déjanos un comentario. Gracias