jueves, 10 de enero de 2013

MIS PRIMERAS ZAPATILLAS de Mercedes Álvarez


                                                                              

¡Qué bonitas zapatillas!, pensé al verlas en el escaparate y, a continuación, seguí diciéndome a mí misma, ¡oye, pero si tú nunca has tenido unas zapatillas!.  Es verdad, me contesté de nuevo, haciéndome una pregunta inmediatamente después, ¿y por qué no te las compras, qué te lo impide?.  Volví a fijarme en las zapatillas que tenía delante de mí, otra vez.  Frente al escaparate de la tienda donde me encontraba, me dije, ¡tienen el taconazo que me gustaría ponerme, un color marfil precioso…! ¿qué esperas para comprártelas?.
Entré en la tienda y, nerviosa, pregunté señalándolas, ¿tiene usted el número 39 de estas zapatillas, por favor?.  La señorita que me atendió me pidió que la disculpara un segundo y entró  al almacén.  Yo quedé muy inquieta, esperando y rogando que me dijera que sí, que las tenía en mi número.  ¡Dios, qué alegría me dio cuando la vi llegar con un par de zapatillas en las manos y me pregunta, ¿son éstas?, sí, sí, le contesté rápidamente. Entonces, ¿se las lleva?, volvió a interrogarme, ¡claro que sí, las compro, las compro!  Por fin iba a tener mis primeras zapatillas.



1 comentario:

  1. A veces, es un verdadero deleite, sucumbir ante un capricho. Regalarte el cumplimiento de una ilusión, aparentemente banal, nos regala momentos bonitos como el que nos cuentas, Mercedes.

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