jueves, 17 de enero de 2013

MENOS ES MÁS de Lilia Martín Abreu




Cuando llegué en la madrugada, ella estaba allí, esperándome.   La contemplé desconcertado, al mismo tiempo que, el niño que fui, me tomó por sorpresa, invadiendo de alegría e inocencia todos mis sentidos.  Cuando yo era niño, mientras esperaba emocionado la noche de reyes, los ojos me brillaban y el corazón bailaba eufórico en mi pecho.
La tomé entre mis manos y la examiné con agrado, a la vez que me preguntaba cómo algo tan humilde y sencillo, podía transmitir tantas emociones, a mis años.  Sólo eran unas simples y pequeñas bolsitas de caramelos que, con mucha sutileza, esperaban colgadas de todos los pomos de las puertas del edificio, el día de Navidad.  Las había dejado, hábilmente, papá Noel para todos los vecinos.
En estos tiempos, donde la tecnología ha desplazado la algarabía de pitos y tambores que antes alegraban y contagiaban de magia la mañana de reyes, a mí me alegró esa bolsita de caramelos y creo que a mis vecinos también.
Gracias, papá Noel, por haberme dado unas horas de infancia.

6 comentarios:

  1. Bonita historia de navidad, Lilia. Sutil y tierna en las emociones que transmite, como una bolsa de caramelos. Menos es más, definitivamente.

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  2. Exactamente lo que sentí yo, Lili. Para mí fue también una sorpresa enorme y me emocionó pensar que una cosa tan sencilla me hacía sentirme más unida a todos los vecinos. Fuera quien fuera, hizo de estas pasadas Navidades algo MUY especial para todos....Gracias, Papá Noel! Pilar

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  3. A mi personalmente, como una de los pocos niños que habitan esta comunidad, me emocionó mucho ver ese pequeño detalle que había colgado en el pomo de la puerta de mi casa. Nada mejor que después de una noche de celebración familiar, llegue a mi casa y contemplar que eres importante para tus vecinos, que hasta los días de celebración te tienen en cuenta y te llevan en el corazón. Un pequeño detalle que me produjo una gran sonrisa. Carla Plasencia.

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  4. Ese pequeño detalle me emocionó bastante, ya que fue un gesto bonito e inesperado. No hubiese imaginado que después de esa cena familiar llegase a mi casa y me encontrase ese sencillo y maravilloso regalo que nos hizo a mi familia y a mi el Papa Noel del edificio. Gracias. Raquel Castañeda.

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  5. ¡ Qué bonito detalle! Aún no estando en casa me hizo la misma ilusión por la emoción con la que me contaron lo sucedido. Muchas gracias nuestro querido Papa Noel, símbolos tan bonitos como ese son difíciles de olvidar aún no estando presente.
    Muchas Felicidades artista, gracias a tu escrito nos haces partícipes a todos de esta gran sorpresa. Kelly.

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  6. Me alegro que les hiciera tanta ilusión! Ya saben, el trabajo de Papa Noel es duro, muchos niños en todo el mundo, pero ¿quién dijo que los adultos no lo son también? Un pellizco de cariño para todos y pórtense bien que no vale con ser bueno los quince días antes de que yo entre por las chimeneas...

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