viernes, 27 de enero de 2012

CUENTOS DE PALACIO de Lilia Martín Abreu

CUENTOS DE PALACIO

En un reino, no muy lejos de aquí, un Rey preparaba la boda de sus dos hijas.  Una se casaba con un apuesto caballero y la otra con un atleta de élite.  Era tanta la alegría del Rey que anunció con bombos y platillos una gran fiesta, invitando a los duendes y hadas de todas las comarcas.
El Rey sufrió un despiste y un duende no fue invitado.  Éste, ofendido, enfureció y repetía una y otra vez:
-          Ese rey no me simpatiza.  Aún recuerdo cuando me dijo, el muy osado: ¿por qué no te callas?
Por venganza, el duende decidió hacerles unos regalos acompañados de un conjuro.  A un matrimonio le obsequió un espejo y al otro, una gallina, diciendo:
-           Disfrute, su majestad, de sus yernos y conviértalos en duques que el nombre les quedará grande y ellos solitos se convertirán en ranas.
Dicho esto, el duende esperó que el tiempo hiciera su trabajo.

El yerno del Rey a quien le tocó el espejo, estaba fascinado y no hacía otra cosa que mirarse en él noche y día; tanto que se convirtió en Narciso, el de la mitología griega que estaba enamorado de su propia imagen.  La pobre infanta, dado que su marido no le cumplió, le pidió a su padre el Rey, el cese temporal de la convivencia. ¡Qué escándalo tan grande fue aquel para el reino!.
El segundo matrimonio estaba encantado con la gallina.  Ésta tenía un don especial: ponía los huevos de oro.  Pero, dentro del yerno del Rey se fue fraguando una profunda avaricia y ya no se conformaba con un huevo diario.  Y no dejaba de pensar que dentro de la gallina estaba la mina. ¿Por qué esperar?.  Entonces tomó la decisión de matar la gallina, en busca de la fuente del oro.
Cuando el rey se enteró, lo desterró del reino y lo mandó a tierras lejanas.
Pero, cuál no sería la sorpresa del yerno del Rey, cuando los jueces lo llamaron a declarar por estar imputado en la muerte de la gallina.  Éste era un animal protegido y la denuncia había sido formulada por la Protectora de animales.  ¡Otro gran escándalo para el Rey! que ya no tenía fuerzas ni para abrir la boca, mucho menos para mandar a callar.

Y colorín colorado, este cuento aún no se ha terminado

6 comentarios:

  1. Bravo!, Lilia. Está bordado. Humor, acidez, crítica mordaz. Ingenio puro al servicio de la literatura, me encanta. Tienes una habilidad innata para narrar.

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  2. JAJAJAJJAJA QUE BUENO! ME ENCANTA, ESTARE PENDIENTE A LA CONTINUACION, CON LA TELA QUE HAY PARA CORTAR Y TODO TU INGENIO, EL CUENTO TE QUEDA DEL DIEZ!!!

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  3. Lilia, desde luego el arte te sale por los custro costados¡¡¡¡ Vivan los Reyes y las escritoras geniales¡¡¡¡¡

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  4. Lilia tu siempre con tu buen humor , Que te dure toda la vida . Teresita

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  5. Y el pobre Rey, para evadirse un poco se fue a cazar a África.
    Y le toco abrir la boca para decir, me he equivocado y no volverá
    a ocurrir.Te felicito Lilia lo bordastes, un saludo David.

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  6. Me encanta como la vida misma!! Felicidades!!!

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