Es posible que no le guste a nadie, que sea un
desconocido para todos.
Estoy en la estantería de esta
librería hace mucho tiempo, me miran y pasan de largo, no les llama la atención
mi portada, mis colores ¿no serán atractivos?, me lo pregunto cada día. No me
mira nadie, cogen el que está al lado y yo me desilusiono, pienso por qué no
confían en mí, comprenderían que soy importante, verían que cuento cosas muy
bonitas e interesantes, dentro de mí pueden haber historias de amor, de
desamor, de ilusiones, alegrías, o risas, con personajes misteriosos que hablan
de sus experiencias y de lo que pasa en el mundo… Pienso que en mis páginas puedes encontrar
todo lo que quieran saber, tienen que aprender a valorarme algún día. Yo y mis
compañeros de estantería seremos un tesoro a cuidar, a pesar de la lectura a
través de internet, yo seguiré existiendo.
Atrévete a llevarme a tu casa y presentarme a
tus amigos y vecinos; que ellos sigan la cadena para que un día yo
pueda decir que… ¡soy un libro que todos han leído porque les he gustado!!. Ese día me sentiré feliz.
Que hayas personificado a un libro en este YO SOY impuesto, dándole voz y sentimientos, me ha encantado. Reivindicar la permanencia del libro tangible, el que casi nos habla, no sólo a través de su palabra escrita, sino de su textura, de su aroma, es una causa a la que me uno, a pesar de no denostar en absoluto el buen uso de las nuevas tecnologías para acercarnos a la literatura y al saber.
ResponderEliminar¡ qué gran verdad! la lectura es un tesoro...
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