El tiempo transcurre y yo sigo con
las mismas cosas.Pero siento que estás conmigo, que me acompañas. No creas que
estoy triste, no lo estoy, tú sabes que mi corazón te perteneció pues bien
grande fue nuestro amor. Tú supiste del mío; yo fui correspondida. Lloramos,
reímos y muchas cosas más. Nos quisimos de verdad. De ti sólo tengo buenos
recuerdos. Con tu energía positiva y, a pesar de nuestros caracteres, te llevé
al huerto. Tú te creías más fuerte y yo la endeble ¡qué horror! cuando me llamaste así y me dijiste que era
demasiado buena y me harían daño.
Qué recuerdos más bellos tengo de ti,
por eso quiero plasmar mis sentimientos y recordarte con cariño. Yo sé que eres
mi estrella y que dónde quiera que estés, no me olvidas; yo tampoco a ti. Te
recuerdo siempre, riendo y alegre como tú eras.
Un te quiero grande donde quiera que
estés, te quiero amiga del alma, nunca te podré olvidar. Ana, mi niña.
Emocionada misiva; una carta que vuela desde el cariño hacia el recuerdo y que transmite sentimientos hermosos. Nos alegramos de tu regreso al Taller y no dejes de escribir, que lo haces muy bien, Naty. Un abrazo
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