Mi abuelo me decía que el mar y la
mar eran cosas distintas. Nunca lo había entendido hasta que lo comparé con un
hombre y una mujer.
El mar masculino, palabra de
pescadores y marineros. El sustento de éstos. Traicionero cuando no se le
respeta. Seco y áspero.
La mar femenino representa a la
madre, lo delicado; sensación de bienestar cuando te acaricia y te arrulla
entre sus ondulados brazos, calmando tus miedos y ansiedades.
Mi padre, marinero, es el mar.
Mi madre, poeta, es la mar.
Delicioso. Breve, poético, revelador escrito. Gracias, Ana
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