-A ver, mi querida nieticita, ¿por
qué estás despierta todavía? Ya es muy
tarde.
-Bueno, abuela, es que esta noche no
me has contado un cuento.
-Ay, si es verdad, pues mira, hoy te
contaré las aventuras de la abuela Sisebunda.
-Oye, abuela, ¡y qué nombre tan feo
tenía esa señora!
-Pues sí, mi querida nietecita, yo la
conocí y te quería mucho. Bueno, te cuento:
“Parece que una tarde, la abuelita se
dio cuenta que la despensa de su casa estaba bastante vacía, así es que fue a
comprar unos tomates para hacer una ensalada, pero en la frutería le ofrecieron
un décimo de la lotería y ella, que siempre guardaba unas moneditas extras en
un bolsillito escondido, decidió comprarlo…y…¡milagro! salió premiado. Ay, pensó la abuela al enterarse, ¿qué haré
con tanto dinero?, pues …¡lo compartiré con mi familia!. Seguramente, con este dinerito a mi nieto se
le quitará el enfado, pues sin darme cuenta le quemé la camisa con la plancha
en toda la espalda y ¿qué dirá la novia?, y mi nieta me disculpará porque sin
querer. se me cayó su colonia favorita, solo quería unas gotas para ir guapa a
la misa del domingo. Yo, por supuesto,
me guardaré algo en mi estratégico bolsillo.
Con este dinero, su hija decidió que
todos iban a pasear a Diseney World, ¡y qué bien se lo pasaron!. El chico conoció al amor de su vida, una niña
vestida de Princesa Aurora. A la niña le
compraron un traje de Blanca Nieves y un montón de chicos querían ser los
enanitos y la persiguieron el día entero.
De repente, la abuela Sisebunda se
dio cuenta de que su hija llegaba con una enorme bolsa que decía Carolina
Herrera; era un espléndido vestido, con él su hija parecía una princesa de
cuento de hadas.
Dios, pensó la abuela, estoy contenta
de haber traído tanta felicidad con un décimo de lotería, pero en ese momento,
el padre dijo, vaya vaya, ¿y a mí no me toca nada?, pues ya verán y salió a
comprarse un ultraliviano e
invitó a la abuela a lanzarse por un
acantilado. ¡Socorro!, gritó la abuela Sisebunda, mientras salió corriendo
espantada, ¡qué yo no uso pantalones y vaya espectáculo que daré a los de
abajo!
¡Cuánto dio de sí ese billete de lotería! Inesperada aventura ha resultado ser, efectivamente, este cuento original y divertido
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