Esta mañana cuando fui a comprobar si tenía algún
correo en el ordenador, vi con sorpresa uno a nombre de Noemí. Yo no conozco a
nadie con ese nombre. Seguro fue una mala jugada de estos modernos aparatos.
Con curiosidad leí este correo que me mandaba una
desconocida y decía así:
Amiga,
permíteme reflexionar, como si fuera en voz alta, necesito hacerlo, por favor discúlpame.
Sabes, me ha
tocado muchas veces cerrar puertas. Sí, así es, debo reconocerlo y la mayoría
de las veces, por desilusión.
Que palabra tan
triste, desagradable.
Desilusión, qué
es exactamente la desilusión?. Es posiblemente el fin de una bonita ilusión.
Sí, he cerrado
algunas puertas pero no me arrepiento, para qué se mantienen puertas abiertas
si lo que contienen adentro lastima, hace daño, no deja avanzar??. Hubiera
preferido no tener que cerrarlas pero hubiese sido infructuoso.
De todas
maneras a veces las personas a las que hemos cerrados las puertas ni siquiera
se habían dado cuenta de que las tenían abiertas.
Yo, me preocupé mucho con este correo, creo que mi
desconocida amiga se encuentra muy sola, vacía.
Me sentí impotente ante tanta resignación. Ella se
está derrumbando. No la voy a dejar sola necesita ayuda así es que sin dudarlo
le contesté con unas palabras que me salieron del corazón.
Amiga, debes entender que el amor y la amistad son
riesgos que debemos afrontar, posiblemente encontrarás personas que merezcan lo
que tú eres capaz de ofrecer. No tengas miedo, ya sabemos que el dolor es
inevitable pero el sufrimiento te llegará solo si tú lo permites. Espero que
algún día llegues a la conclusión de que en cierta ocasión necesitaste amar
para sentirte bien y ahora puedes elegir porque te sientes bien.
Y si tienes la suerte como la tengo yo de vivir en una
zona costera sabrás que: El mar y la vida tienen muchas cosas en común,
relájate déjate llevar, ten fe de que vas a flotar. Y jamás pienses que te vas
a hundir.
La elección es tuya.
Inteligente recurso el de un correo de una desconocida para brindar al lector una lúcida y sabia lección de vida. Muy bien, Alicia
ResponderEliminar