Había una
ovejita a quien le gustaba pasear por el bosque, pero un día se perdió al
hacerse de noche.
-¡Socorro! ¡Ayuda!
¡Qué alguien me ayude! –no paraba de gritar.
Nadie la
escuchó. Ella estaba muy asustada porque
sabía que en aquel bosque había lobos pues en una ocasión, en uno de sus paseos,
se había encontrado con un cachorro; un lobezno.
Corrió y
corrió y corrió y, sin darse cuenta, llegó a su casa. Pasó el resto de la noche con todo el susto y
el miedo metido en el cuerpo, repitiéndose a sí misma que nunca más se alejaría
tanto de su casa, por lugares que podían ser peligrosos.
Has cumplido con la tarea de escribir un cuento infantil. Éste tiene, además, moraleja final.
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