Un grupo de Arqueólogos cogieron el avión desde Madrid
hasta Egipto llegando a las 12 am. Allí se encontraron con otro grupo de
Arqueólogos que vivían en esa zona y
juntos se fueron al desierto, a las pirámides a 20 km del Cairo.
Los que vivían en Egipto descubrieron una tumba pero no tenían el equipo suficiente como para
investigarlo por eso invitaron a los de Madrid.
Al llegar, entraron a la cueva, vieron jeroglífico:
una paloma al revés en horizontal y una serpiente boca abajo en vertical pero,
había algo extraño; un redondel con mini huecos. Unos de los miembros del grupo
que no paraba de comer se dio cuenta que esa cosa redonda era lo mismo que
comía, era una galleta.
Se sintieron extrañados y cómicos a la vez al
encontrar la tumba, en vez de tener una cruz o un faraón, tenían una enorme
galleta escrita en jeroglíficos. Al traducirlo ponía: aquí yace el ladrón de
las galletas.
Al abrir la tumba, todos se asustaron porque había un
peluche azul de los dibujos animados Epi-Blas, el Monstruo de las Galletas.
Se bajó de la tumba y fue corriendo a robarle la
galleta del compañero de arqueología.
Cómica historia donde tu imaginación nos invita al humor. Se agradecen las risas, Eva. Muy bien.
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