No siempre conocemos a una persona en
el momento de la presentación; tendríamos que tratarla algo más, pues no
podemos llevarnos por las apariencias y así, formarnos una idea
equivocada. Suele pasar que luego te
lleves una gran desilusión, al creer que es como quiere aparentar. Lo mejor es tratar de llegar a su interior
para saber como es y, aún así, no hay certezas.
La mente y el corazón estás unidos
por hilos muy finos y hay que caminar por ellos con mucho cuidado para tratar
de profundizar en ellos. Es casi como abrir
un bombón. Verlo por fuera no nos
asegura saber como es por dentro.
Cierto, Carmiña. Completamente de acuerdo. No todo lo que reluce es oro, ni todo el oro reluce.
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