Cuentan que
San Patricio estaba caminando un día por los senderos de Irlanda, cuando de
pronto irrumpió en su camino una joven hermosa que, mirándolo fijamente, dijo:
-Que injusto
es este mundo para las mujeres
-¿Y por qué
me dices eso? –le contestó sorprendido.
-Porque las
mujeres tenemos que esperar que nos pidan matrimonio y, a veces, ellos no se
atreven y pasan y pasan los años. y así perdemos nuestra juventud.
San
Patricio, que era persona sabia, buscó la solución para este conflicto y
proclamó:
“Cada 29 de febrero, las mujeres
podrán declarar su amor al elegido”
Es por eso
que en Irlanda, cada cuatro años, el 29 de febrero, se ven mujeres arrodilladas
con un anillo en la mano, pidiendo matrimonio a su despistado amor.
Menos mal que los tiempos han cambiado y que ahora no hay necesidad de arrodillarse, ni de esperar años bisiestos; es más, he oído decir que en estos tiempos, incluso las mujeres se hacen las despistadas. Bromas aparte, tarea de la semana bien resuelta, Alicia.
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