No quisiste hacerlo, eso crees..., a veces. La
verdad es que la mayor parte del tiempo, te sientes asquerosamente hastiado por esa vida que llevas, tan anodina, tan
falta de emociones. No me extraña que llegaras a ese punto sin retorno, las
circunstancias te llevaron a tomar esa decisión. Siempre eliges lo mismo,
aunque delante tengas otras opciones. ¡Ay, amigo...! tienes que
arriesgarte...Nunca haces nada inapropiado, eres prisionero de tu patológica
rectitud. Lánzate al abismo y siente el placer de descubrir lo nuevo. El mundo no está hecho para los
cobardes . Tienes que probar otras alternativas... Alguien dijo que: “la mejor
manera de superar una tentación es
sucumbir ante ella...” pues vamos, ¡no tengas miedo!, yo estoy a tu lado...,es
muy fácil, ¿ves...? Está ahí, a escasos
metros de ti. ¿No ves cómo te mira?. Él también lleva mucho tiempo esperando a
que te decidas, sabes que algún día tenía que pasar... Por favor, no vayas a
decir lo de siempre... Él te está esperando..., solo tienes que acercarte y pronunciar las palabras correctas... Mira,
¿sabes lo que vamos a hacer? Vamos a decirlo juntos... Por favor, señor, ¿me
podría dar un helado de frambuesa? ¡Bravo! ¿Ves como no era tan difícil...?
¿Qué, a que esta bueno, verdad? ¿No estabas cansado de tanto chocolate? Oye,
tal vez mañana te atrevas con el de
pistacho...,o...mejor, ¡cruzaremos un paso de cebra en rojo!! Mmmmn... no sé,
creo que no estás preparado todavía para asumir ese riesgo...
El discurso de esa voz narrativa nos engaña abiertamente desde el principio. Quien lee lo sabe, pero hábilmente se nos esconde la identidad del engaño, de modo que solo lo descubrimos al final. Sin embargo, desde mi punto de vista, tras el punto final seguimos con la duda de si estamos frente a una alegoría, y no sea cuestión de helados y sabores precisamente de lo que se nos esté hablando… Pura osadía de mi parte!!
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