– ¡Cuánto me alegro de que vayas a ser
abuela! Yo perdí la esperanza, ya es
imposible.
–¿Y por qué?
Todavía tus hijos son jóvenes
–Sí,
son jóvenes pero…, entérate, en mi vida nada es lo que aparenta. Ni el varón es varón, ni la chica es chica,
ni yo soy todo lo correcta que aparento ser, pero no se lo digas a nadie, es
mejor que sigan creyendo…
Pues sí, la señora comete incorrecciones, como ella misma dice, pues ocultar lo evidente es un error, pero ocultar lo que somos para escondernos detrás de estúpidos prejuicios, es un error aún mayor
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