Muchos años
pasaron para que yo dominara aquellas once líneas. Empecé a los catorce años mi camino en su
aprendizaje, de ello dependía mi trabajo y la elegancia de muchas mujeres. Debía intentar la perfección en el trazo de
aquellas once líneas. Empezaban
así: alto de talle, alto de falda, largo
total, alto de manga, ancho de manga y puño, ancho de busto, cintura, cadera,
ancho de espalda y hombros. Aunque
algunas de ellas son círculos, yo siempre las trazo en líneas rectas. Estas once líneas que dibujé durante años,
marcaron el rumbo de mi vida.
Bonita manera de abordar las once líneas de esta semana. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBonito relato, muy sugerente para las que hemos pasado la vida entre esas líneas, telas, hilos, y alfileres.
ResponderEliminarEsas palabras ahora me parecen mágicas, talle, espalda, hombros, sisas...
Saludos. Asun.
Once líneas maravillosas que parecen muy fáciles de sacar pero que no lo son tanto ya que todo tiene su arte. Es el gran mapa por el que guiarnos, hace que podamos crear y plasmar en un papel en blanco todo aquello que está tintineando en la cabeza y que finalmente pondrá a más su toque mágico para que más de uno de nosotros sea más guapo/a.
ResponderEliminarTus once líneas son muy creativas y productivas, cuanta magia han realizado en compañía de tus manos, un beso.
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