No lo sé, pero cada vez que ella miraba para el
cielo, descubría algo nuevo. Esa vez en
concreto, decía que alguien la miraba.
Claro, le contestaba su hermana mayor, te miran y protegen todas las
personas que te quieren. ¿Y por qué no vienen para que yo las vea y así poder
hablar con ellos?. Te explico, es de lo
que alguna vez has oído hablar…, los espíritus.
Sí, ya, cuando abuela me dice que estoy tan flaca como el espíritu de
las golosinas. A la hermana no le queda
otra, pues no sabe como responder a la niña y coge ese camino para desviar la
conversación. Ves, cuando alguien dice
acalorado, calla ya, eres el espíritu de la contradicción o qué pobre de
espíritu eres, levanta el ánimo hombre.
Mira hablando de eso, te digo una muy bonita, ¿el espíritu de las flores
es el perfume?. ¡Esa sí me gusta!. Bueno
te voy a decir dos más que me gustan mucho, pero que tú todavía no lo vas a
entender, ya te lo explicaré con el tiempo, ahí va: en las leyes se ha de
entender más el espíritu que a la letra.
Sí… y… el espíritu es inteligente
pero la carne es flaca, dijo Jesús. La
pequeña se queda mirando a su hermana. Ya sabes, dile al espíritu de tu
inteligencia que no se olvide de explicármelo.
Me encanta el final de esta historia, Clotilde. Aguda e inteligente me ha parecido.
ResponderEliminarclotilde me as fasinado asta el final como sienpre y tu tiene, espiritu de superación
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