María, a
través de sus cartas, presumía de estar siempre en las nubes. Álvaro creía que ella hablaba de estar
siempre despistada, pues últimamente la notaba distante. Sin embargo, cuando fue a visitarla, constató
que, de lo que ella hablaba era de que sus sueños eran menos profundos, lo que
impedía buscar en ellos cosas que contar por carta a su otro yo. Álvaro
seguiría esperando por materia narrativa.
¡Bueno, Zule!. Ficción dentro de la ficción.
ResponderEliminar