HIPERBREVES
de Laura Marrero
Jugando con la literalidad
Perder la cabeza
Se levantó tarde, se desayunó
rápido, no se cepilló los dientes (¡no había tiempo que perder!), cogió el
coche, arrancó, puso el intermitente y miró por el retrovisor. ¡No se vio, no
vio sus ojos!, ¡no sabía dónde, pero había perdido la cabeza!.
Dar calabazas
Siempre que me daba calabazas, yo
hacía dulces postres.
Hablar por los codos
Mientras hablaba por los codos con
la vecina, se fue a recoger el pedido en la tienda de la esquina.
Meter la pata
Metió la pata hasta el fondo, hasta
que ya no hacía pie.
Matar el gusanillo
Mataba el gusanillo con hojas verdes
envenenadas en azufre.
Se le ve el plumero
La capa no la tapaba entera, se le
veía el plumero asomando por el cuello.
Las paredes oyen
-¡Las paredes oyen!-gritó con
intensidad
-Entonces, ¡cuéntale todos los
secretos!-le murmuró al oído
Muy buen trabajo. Sí he de elegir dos de mi preferencia, me quedaría con Dar calabazas y Las Paredes oyen
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