Las críticas destructivas serán más
exitosas si escogemos a una persona que por una u otra razón consideramos que
nos supera en ciertas cosas, o por lo menos así lo sospechamos.
Un
puntito de sana envidia nos vendría bastante bien y si no es sana pues mejor
todavía.
Para que nuestro propósito llegue a
buen puerto será aconsejable tratar, de una manera sutil, de intimar con la
persona que hemos escogido, conocer sus puntos débiles, sus fallos que como todo el mundo tendrá, sus flaquezas,
sus inseguridades, algún secretito lo más inconfesable posible; esto nos
allanará el camino. Es aconsejable hacer estas críticas cuando la persona en
cuestión no está presente pues de esta manera no podrá defenderse.
En el caso contrario si la persona está
a nuestro lado, decir la crítica en voz bien alta para que todos los presentes
volteen a mirarla y ésta se abochorne de tal manera que no pueda contestarnos y
nosotros quedemos con una sonrisa de triunfo.
Un método refinado sería lanzar en
privado alguna que otra crítica como al descuido y sólo a la persona que
queremos impresionar, esto lo haremos en días o semanas consecutivos.
Cuando notemos que la persona que nos
interesa nos escucha con atención y ya lo tenemos intrigado, entonces lanzamos
lo más tremendo, algo realmente demoledor, cuidándonos de que sea de difícil
comprobación.
Es importante poner cara de inocencia y
decir más o menos: ¡¡Pobrecita!! Ella es muy buena, no me explico cómo fue
capaz. ¡¡Seguro tuvo un mal día!!.
A estas alturas nuestro interlocutor
estará tan dudoso que se tragará con soda cualquier cosa que le digamos y… ¡¡Zas!!
Lo hemos conseguido: Hemos destruido la confianza lograda con muchos años de
convivencia o quizás el afecto de una buena amiga hacia la otra o tal vez la
armonía y cariño entre dos hermanos.
¡Que maravilla! ¡Qué conocimiento del ser humano! Esta tarea ha dado como resultado instrucciones realmente brillantes, como en tu caso.
ResponderEliminarMe gusto. Como siempre esperamos con espectacion tus narraciones Alicia y, siempre me sorprendes con tu ingenio.
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