Los abuelos de la isla de Kopros,
bordan canoas en los días de lluvia…
Kopros, es una isla que no está lejos
ni cerca, sólo está ahí. Un día, como otro cualquiera, llegó un mucilago a la
plaza del pueblo, diciendo en voz en grito, que él era un cacumen, y ofrecía
esplendor y belleza a todo su entorno, los abuelos que estaban aburridos de
contemplar el mismo paisaje, se unieron a la idea del mucilago, deseando dar
atractivo a su rutinaria realidad, el murciélago exponía entusiasmado, usemos
el efecto óptico, hagamos trampantojos, las laderas las transformaremos en
acantilados, cabos o bahías, los abuelos veían el intríngulis de las cosas,
pero aun así, se pusieron manos a la obra, pintando ilusiones, cosiendo
esperanzas, tejiendo caminos, pero sobre todo, bordaban canoas para esa
exuberante bahía que tendrían en la ladera.
Tú sí que tienes cacumen (agudeza, perspicacia) y nosotros disfrutamos de ella con tus relatos singulares, como éste, cada jueves a las siete. Gracias!!!
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