Muchas mujeres le tenían un gran respeto y decían que
les daba terror usarla. Aún así, la
compraban, guardándola en cualquier repisa.
Decían que algún día la utilizarían y respiraban de tranquilidad.
Sin embargo, para las más
osadas, se puede decir, sin temor a equivocación, que con ella llegó a nuestras
casas la máxima tecnología, como gran ayuda en la cocina. Las carnes en menos de treinta minutos ya
estaban listas, ahorrando tiempo y dinero.
Sin nombrarla, al final todos sabemos de quién se trata y le ponemos nombre a esa ella, que en su tiempo, despertó amores y terrores
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