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Han pasado los años y, a pesar de ello, aún
te ríes. Eres tan cobarde que te
conformas con una mirada, un gesto o simplemente con que esté cerca de ti. Ahora bien, sabes que se irá y tardará mucho
en volver, tal y como antaño. Volverás a
mantener la boca cerrada, la mente reprimida por inútiles estereotipos sociales
y la conciencia revuelta por obstaculizar a la verdad. ¿Sabes sentir?
Él sacudió la cabeza en un gesto que asentía a su
pequeña emisora, frágil y fuerte a un mismo tiempo, mientras ésta seguía sin
detenerse.
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Pues no lo parece. Si sintieras algo, un ápice del dolor que yo
siento, del amor que genero, de la felicidad que busco, sabrías que las cosas
no son tan fáciles, que todo requiere un esfuerzo.
Tú ni siquiera te molestas en
aparentar. Las cosas no pueden seguir
así porque el amor no dura lo que crees, un beso no lo arregla todo, ni tampoco
destruye problemas. Somos nosotros los
que lo hacemos difícil. Amar sin ser
amado es duro pero amar para ser aparentemente correspondido, es terriblemente
peor, ¿no crees?
Zule, no quiero dejar de decirte que si con la edad que tienes escribes así, no dejar de hacerlo es una obligación que tienes contigo misma. Posees un don para la narrativa, no lo abandones nunca.
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