-Quisiera
que alguien me dijera por qué –dije, observando con desconsuelo- ¡Qué pena, ya
no es lo mismo!.
Siempre me
ha gustado el carnaval, desde que era muy pequeña. Mi hermana y yo, al llegar estas fechas,
corríamos a disfrazarnos, con pocos recursos, pero con mucho ingenio, sin
importarnos que habían sido prohibidos por el gobierno…, nosotras ¡no sabíamos
ni lo que era el gobierno!.
Nos poníamos
un traje viejo de mi abuela, de color negro (bueno, a decir verdad ella no
tenía vestidos de otro color), un pañuelo en la cabeza y nos pintábamos la cara
con un corcho tiznado. De esa forma,
pensábamos que nadie nos reconocería.
Salíamos a la calle y, de puerta en puerta, íbamos tocándole a los
vecinos, gastándoles inocentes bromas. A
cambio, ellos nos daban un puñado de almendras y algunos higos pasados. ¡Esos sí que eran carnavales!.
Hoy, todo es
diferente… Se sale tarde, cuanto más
tarde mejor; casi al otro día… Mientras el tiempo pasa, se entretienen tomando
algunos ¿refrescos?. Ya no se bromea y
si se hace, no sentaría bien o se les ocurriría alguna grosería de mal gusto.
¡Qué desconsuelo, ya no es lo mismo!.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Si esto es así, algún día estos jóvenes de hoy, de seguro , estarán planteándose la misma cosa: ¡ya no es lo mismo!. Los tiempos corren y las costumbres se van detrás de ellos, dejándole paso a otras. A veces, algunas vuelven. Ojalá que algún día, las buenas lo hagan. Me ha gustado tu relato, Juani.
ResponderEliminarEste relato me colmo de recuerdos agradables, yo hacia lo mismo solo que por donde yo vivía daban huevos, te felicito Juani.
ResponderEliminarTe felicito por tu relato Juani ,ojalá todo el mundo pensara com tú. Alicia
ResponderEliminarEl debate que abre es interesante, les dejo la pregunta que les hace mi amiga Isabel, entonces
ResponderEliminar¿cualquier tiempo pasado fue mejor?