Blancanieves
llega a la zapatería del pueblo y ¡qué sorpresa se llevó al ver que la
dependienta de la tienda era la Cenicienta!.
Ella iba buscando unos zapatos dorados y después de mostrarle muchos
modelos, al fin de decide a probarse unos, pero le quedaban grandes, luego se
probó otros, y le quedaron pequeños.
Cenicienta le aseguró que los zapatos le alargarían después de llevarlos
puestos un buen rato, así que Blancanieves salió muy contenta llevando puestos
sus zapatos nuevos. A los pocos minutos,
empezó una lluvia tan intensa que Blancanieves tuvo que salir corriendo hasta
su casita. Estaba deseando llegar porque
parecía que los zapatos habían encogido; tanto que solo pudieron usarlos los
enanitos.
Feliz regreso al Taller y bienvenida a este blog, Carmen.
ResponderEliminarExcelente idea la de incluir en tu relato personajes de cuentos diferentes. Bien llevado el relato hacia un final muy divertido. Buen trabajo.
Muy divertido tu relato, por un momento cuando lo leías pensé, ahora se le deshacen los zapatos, me gustó mucho te felicito.
ResponderEliminarHe leído tus escritos y me encantan, creo que tienes mucha imaginación, pero me saben a poco, me gustaría que te extendieras un poquito más. Un abrazo.
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