-Quisiera
que alguien me dijera por qué –dijo Ángela, observando con desconsuelo como el
disfraz de Saida se quemaba. mientras. Ángela tenía demasiados porqués: por qué
el del barco tuvo que disparar sus torpedos contra aquella pobre chica, por qué
continuaron con la gala de la elección de la reina del Carnaval.
Supo después
que Saida sufrió quemaduras en un
sesenta por ciento de su cuerpo y que tuvieron que trasladarla a Sevilla. Los
chicharreros tuvieron el corazón en un puño, deseando saber si Saida saldría de
aquello, mientras se mantuvo cuarente y ocho horas entre la vida y la muerte.
Gracias a
Dios, lo superó y el coso las murgas y las comparsas le hicieron un bonito
homenaje.
¡Saida,
recupérate pronto!
Con este escrito inauguras tu entrada en este blog, al que te damos la bienvenida, Eva. Bonito homenaje a Saida. Todo el taller se une al deseo de su pronta recuperación.
ResponderEliminarBienvenida al taller Eva. Tu relato triste pero real, un lindo homenaje a Saida,
ResponderEliminar