Los abuelos de la isla de Kopros bordan
canoas en los campos, a orillas del lago. Usan hilos de seda, oro y plata, pero
¿cómo lo hacen?. No usan aguja ni dedal,
sino varios palitos y tintas que ellos mismos preparan y, con tan poco y escaso material que para ellos son como hilos de oro y plata, más
el ingrediente mágico de su gran imaginación, bordan verdaderas maravillas.
Muy bien, Maruca. Un verdadero relato apócrifo. Dan ganas de correr a la Wikipedia para averiguar más sobre estos abuelos de la isla de Kopros.
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