Tiene sesenta años y piensa en su vida pasada. Hija de militar, recuerda su niñez como una
época feliz. Se casó, tuvo dos hijos –Caren
y Miguel- y hasta ahora, su vida ha transcurrido entre su familia y su
profesión, el periodismo. También es
aficionada a la escritura. Tiene varios
libros publicados y la fotografía es su hobby preferido.
Ha sido corresponsal en diferentes países y de todos ha
traído fotos que ella se ha empeñado en mostrar al mundo. Algunos bellos paisajes, personajes curiosos
de épocas pasadas, algunas escenas tristes o trágicas de sucesos, o donde
quedaba patente el hambre o las consecuencias de las guerras y las miserias que
hay en el mundo. Ha sido por estas fotografías por las que se ha hecho famosa.
Su vida da un giro de noventa grados al recibir la noticia de
la muerte de su hijo, militar de profesión.
Fue destinado a Kósovo en son de paz, como ayuda logística, pero en las
guerras las balas no reconocen los cascos azules. Su hija que ha seguido sus pasos en la
profesión, fue la que le dio la fatal noticia porque en esa época estaba de
corresponsal en aquel país.
Rememora viejos tiempos que ella ha vivido pero no puede con
esto. Poco a poco se ha ido sumiendo en una gran depresión. Recuerda a retazos su vida pasada pero hoy su
mundo se limita a su habitación, sus libros, las fotos de sus seres queridos y
papel y lápiz para escribir lo que su mente le permite rescatar, antes de que
sus recuerdos se escapen para siempre.
*Libro de Jostein Gaarder
Tristeza rezuma esta historia, Maruca. Conmueve leerla porque tiene grandes visos de realidad lo que cuentas. Buen trabajo
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