AMIGA INVISIBLE
Amiga
mía:
Ojalá
puedas seguir mi delirio, cuando por primera vez leo una carta dirigida a ti.
Me
gustaría que esta misiva tuviera palabras, dibujos, expresiones que te dijeran
son para ti y que así lo sintieras.
Aunque
cierre los ojos y piense en ti, te veo con tus transparentes ojos claros, tu
sonrisa pícara y dulce, al mismo tiempo que tu rostro inteligente y hermoso.
Hace
poco decíamos que el mundo se estaba equivocando, pero hoy tuve dudas; verás:
Paseando
por una angosta acera, un adolescente que venía de frente, antes de llegar a
mí, bajó de ella para cederme el paso y, ¡cómo te conozco!, sé que tú habrías
dicho que el mundo había dejado de ser desquiciado. Aún existe gente que interrumpe su paso para
ser amable. Sabiendo cómo eres, sé que a
ti también te habría alegrado el día.
Sigue
siendo como eres.
Querida
amiga, ¿cómo te describo?, así:
Eres
una dama, toda sensibilidad y ternura.
A
veces siento que no puedo transmitir para dar lo que quiero dar. Cuando terminé
de escribir esta carta, la leí tratando de no olvidar que era mía para ti.
Águeda
Grandes mujeres, bellísimas personas. A las dos las quiero rondando por mi vida siempre: me aportan luz y ternura, cariño y admiración. Abrazos mil
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