Esta es la historia de un jueves de no importa qué mes
cuando, en la búsqueda de una ocupación que canalizara mi talante creativo, me
tropiezo para mi bien, con un grupo de singulares personas que me invitan a
descubrir la apasionante aventura de contar historias: unas veces inspiradas en
vivencias propias y, otras, inventando vidas ajenas con personajes surgidos de
nuestra delirante imaginación.
Pero, hay una compañera en este camino del contar muy muy
especial…; dueña de un gran universo interior que se refleja en el destello de
su mirada; poseedora de una timidez sensual, diría yo; y, aunque discreta, su
personalidad brilla con luz propia. Su
nacimiento, en la frontera del nuevo mundo, deja una peculiar impronta en su
espíritu curioso y aventurero. Es dulce
pero no empalagosa; tranquila pero con gran sentido del humor; amiga del doble
sentido, lo picante y la ironía; de buen gusto y naturales andares. Es, en definitiva, una excepcional compañera
a la que todos apreciamos y respetamos y que domina con maestría el arte de
narrar.
Gracias Roberto. No puedo negar que me ha halagado este generoso retrato que de mi persona has hecho. Mi ego ha sonreído al leerlo, creciendo unos cuantos centímetros y mi espíritu ha aleteado con emoción. Ojalá me pareciera un mucho a la mujer que ves en mí. Un abrazo grande y mil gracias!!!
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