En
una sociedad donde el machismo campaba de forma natural, recuerdos que me
trasladan a un pasado inconsciente, represivo, triste e infeliz. Fui
consciente, cuando la razón se hizo presente. Llegó la adolescencia y la época
autoritaria seguía ahí. Se coartaba mi libertad y la sinrazón nos invadía. No
había lugar para los creadores de sueños.
Llega
la mayoría de edad y parece que sea la
salvación, pero no, aparece mi naranjito con una sonrisa constante y una
simpatía desbordante, tanto que borró la mía.
Y
llega el bendito día en que alguien me pregunta. ¿Cuál es tu color preferido, y
tu flor, y tu comida?. Entonces me pregunté, ¿y tú identidad?.
Hoy
y mañana seré consciente de mi felicidad, mis desdichas, mis fracasos, sin que
nadie me manipule. Ya no. Mañana es ahora y seguiré respetándome, queriéndome y
salvaguardando mi libertad respetuosa, pero sobre todo, hoy sé cuáles son mis
preferencias, puedo elegir.
Celebremos juntos el recuerdo de ese momento glorioso en el que, felizmente, las cadenas se rompieron para que aflorara tu verdadera identidad, aquella que había estado cautiva demasiado tiempo. Me encanta que esgrimas tu libertad, es tuya, solo tuya. No tiene más dueño que tú misma. Un abrazo
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