Me llamo Trapito y hay muchas señoras a quienes les encanta
ponerme en sus cuellos para mirarse al espejo con todo el regocijo del mundo;
¡así es el amor!. ¡Pero que bonito es y
que elegante me veo con él!, dicen todas al verse conmigo. Siempre quedo bien, no
importa el color que tenga, modestia aparte. Bien bello, bien útil, todas me adoran, lo sé.
Simpático híperbreve que juega con ese supuesto amor que todas las mujeres sentimos por los Trapitos.
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