Había un
César a quien le encantaba tocar el arpa y hacer poesías horrorosas en forma de
canción. Estaba tan loco que, una vez,
se le ocurrió la idea de mandar incendiar Roma para buscar inspiración para sus
cantos.
Tenía un
amigo que tuvo la desgracia de estar cerca de él para escuchar una y otra vez,
sus espantosos versos cantados. Creo que
si ese amigo se hubiera retirado a tiempo, no habría tomado la decisión de
suicidarse.
La moraleja dice
que:
Una retirada a tiempo
vale más que una victoria
aunque a esta historia
le vendría mejor…
Una retirada a tiempo
vale más que una desgracia.
Curioso relato que, tomando datos históricos, mezclados con hechos de ficción, construye una nueva perspectiva de antiguos sucesos por todos conocidos. Ocurrente, desde luego.
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