Querida amiga:
Tengo que describirte en unas cuantas palabras para que tú
adivines que van dirigidas a ti.
Propuesto el reto, intentaré llegar a buen puerto.
Eres una chica joven, de las últimas en llegar al
taller. Apareciste y no sé por qué, va a
ser que te gustó la compañía y te sentiste a gusto, porque decidiste
quedarte. Puedo decir que hiciste migas
con todos inmediatamente, gracias a tu simpatía y buen humor. También porque eres sencilla y abierta al
diálogo.
Si a estas alturas todavía no sabes a quien me dirijo, te
diré el papel que bordaste, protagonista en el libro de la selva, tanto que te
identificamos con él. Nos dejó
impresionados a todos y aterrados porque parecías la bruja maléfica salida del
mejor cuento de terror.
Gracias
Sandra, por ser ¡¡ mi amiga secreta!!
En realidad no fue una bruja maléfica, sino una hechicera; y todos seguimos bajo el influjo de ese hechizo, me parece, porque Sandra se ha vuelto imprescindible en nuestras tardes de jueves. Ambas lo son; un abrazo a las dos
ResponderEliminarQue bellas palabras hacia mi persona. Me Siento abrumada, gracias a las dos por formar parte de ese estupendisimo taller al q pertenezco ���� Sandra Mai
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