La verdad es que leer mi horóscopo, siempre me produce
una risa irónica, cuando compruebo que está entre los signos de fuego. Vaya, por favor, no lo puedo creer, ¡el
astrólogo debe estar equivocado!. Lo que
sí es cierto es que, cuando estaba bien jovencita, vi una representación de la
Danza ritual del fuego y me produjo tremenda conmoción. Encontré el espectáculo
como excesivo para mí, desgarrador; me sentí pequeña, encogida y hasta me
asusté un poco. Aunque, debo reconocer
que, por otra parte, me encantó su sensualidad; destilaba pasión, fue
absolutamente inquietante, casi enloquecedor.
A esas edades, todo nos llama la atención y para mí, la
chica del clavel rojo se destacaba entre todas, por su arte, figura estilizada
y la gracia inmensa de la que hacía gala, bailando alrededor de la
hoguera. Sus manos parecían dos pájaros
heridos a punto de caer. Yo estaba
absolutamente absorta, impresionada, cuando de repente, sentí su mirada sobre
mí como dos carbones encendidos. Yo me
quedé paralizada de terror.
-¿Me habrá mandado un maleficio? –pensé yo.
Al instante, la danza continuo y la vi alejarse con su
vaporoso traje revoloteando a su
alrededor. Yo salí de allí con ciertas
dudas y, como dicen que de que vuelan, vuelan, al día siguiente, que era
domingo, fui a misa bien temprano y le pedí a Dios haberle caído bien a la
enigmática bailarina y que sus artes de hechicera sólo hubiesen sido una obra
de teatro.
Iniciático acercamiento a la sensualidad y el fuego que envuelve la danza flamenca, que hizo estragos en el alma de una adolescente con la vida por descubrir. Muy bonito.
ResponderEliminarme a encantado como a espresado el fuego con la danza me a enbrugado como la danza del amor brujo de falla maria
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