Pues sí, siempre he sabido que su
cabecita está llena de ilusiones. Espero
que se le realicen todas, sin embargo yo opino que en nuestro camino a veces se
cumplen y otras muchas se derrumban como un castillo de naipes. ¡Qué pena que
así sea pero es la realidad!.
Tal vez hoy me expreso así, un poco
incrédula, algo negativa pero, es que el día amaneció triste con negros
nubarrones y las noticias, mejor no comentarlas. Esto no ha ayudado mucho.
Volviendo a Miguel, diré que han
pasado los años y él sigue pescando ilusiones y yo me admiro de eso pues en mi
caso no veo las cosas con el mismo prisma.
Realmente no me importa si Paris está más hermosa que nunca, si Hawaii
tiene olas más maravillosas o si en Dubai atan los perros con longanizas. Tampoco el jamón serrano me dice nada, entre
otras cosas porque no me sienta bien, ni los pasteles de chocolate. Y, conociendo la vida de Miguel, como
diríamos, agridulce, siento cierta envidia pues a pesar de los tanganazos
recibidos, sigue teniendo intactas sus ilusiones.
Contagiarnos del optimismo de tu Miguel, es lo que deseo, Alicia, aunque quizá no sepas que tú irradias bastante de eso. Un abrazo.
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