El padre del
novio, un caballero de setenta años, divorciado y picaflor, además de guapo y
elegante, se había comprado un traje para la boda de su único hijo. Estaba ilusionado y emocionado como si fuera
él quien se iba a casar.
Después de
larguísimos, casi eternos minutos de espera, al observar que su hijo no llegaba,
exclamó:
-¡Mi hijo no
puede hacerme esto! ¡Cómo no venga, le robo la novia y me caso yo con ella!
Breve y divertido relato, con personaje muy bien dibujado, lleno de chispa e ingenio.
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