Yo soy Sol,
la mejor amiga del novio aunque he de confesar que en otros tiempos fui algo
más que eso. Éramos la envidia del
colegio y según fuimos creciendo, la envidia del instituto, con el tiempo, los
amantes perfectos. Nuestros padres ya
nos veían casados y ellos llenos de nietos.
Fue al terminar la carrera y empezar a trabajar, cuando ella se
interpuso entre todos nuestras ilusiones; esa es Sonia. Poco a poco, ocupó mi lugar en su corazón, a
pesar de lo cual, nunca dejé de ser su amiga.
Por eso, hoy le dije a mi madre:
-Vete a la
iglesia una hora antes, vas a ver como esa lagarta se queda compuesta y sin
novio.
-Hija,
déjalo ya, el tiempo se encargará
-No, mamá,
no. Él no merece lo que ella es.
En la
despedida de soltero, estaba mi venganza.
Cuando me enteré donde se celebraba, le pedí a una de las chicas, que
por cierto, es compañera de la novia, que quería hacerle una broma a mi primo,
que no lo dejara salir del piso hasta el lunes.
Le di la cantidad acordada; ya ella se encargaría de que fuese así, pues
es una profesional del sexo.
Bien urdida la venganza, como bien narrado está el relato
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