Me desperté
en un baño de sudor y con tal grado de agitación que notaba como el corazón me
golpeaba en el pecho. Sin embargo,
pronto me sentí aliviada al comprobar que no seguía soñando. Mi mente intentaba recordar qué me había
provocado tal estado… Había soñado con
mi padre, fallecido unos meses atrás y en el sueño, él estaba muy enfadado
conmigo por no haber retirado una fotografía suya que yo aún conservaba sobre
la cómoda de mi habitación. Esa
fotografía nunca le gustó porque aparecía muy deteriorado, pues fue sacada en
los últimos meses de su vida. Con
insistentes reproches, mi padre insistía en preguntarme por qué no me había
deshecho de ella.
Mi mirada se
volvió gélida al dirigirla hacia la fotografía y ver que ésta se encontraba colocada
boca abajo.
Breve pero intenso relato con un estudiado final difuso, en consonancia con la atmósfera, entre onírica y de suspense, en la que se desenvuelve la trama. Muy bueno.
ResponderEliminarInteresane relato que me gusto mucho,felicidades Ana.
ResponderEliminarUn beso Carmen.