Se deshojaban los últimos
días de otoño y Marga buscaba afanada las palabras ante tanta
belleza, pero solo vio como caían las hojas, dejando su libreta
desnuda.
Ella, en el banco, trabajaba ilusionada, tratando
de hallar la inspiración en un rincón apartado de esa bucólica
plaza, cuando un ratón la distrajo y fue en ese momento
cuando observó que un coche circulaba con una vaca en
el techo y varios monos naranja con
cascos, sujetando una bomba.
En sus
labios se dibujó una sonrisa
pícara, mientras metía la mano en su mochila y con
destreza sacó el ratón, lo deslizó sobre su
muslo entretanto escribía en el teclado, no es lo mismo tener un
traje negro, que verse negro para tenerlo.
Este juego de equívocos a través de alguna palabra homófona, es realmente divertido. Esa era la tarea impuesta y has logrado vencer el reto estupendamente, Lilia.
ResponderEliminar