Lo que hay
que ver, el facha de mi cuñado, tuvo la osadía de llamarme fanfarrón. Sí, fanfarrón,
fanfarrón a mí, ¿pueden creer?, casi le parto la jeta al muy cabrito, pero eso
es la envidia que me tiene, porque él toda la vida estudiando y lo único que
tiene son títulos universitarios, que no le sirven para nada, en cambio los
míos son de propiedad, que tengo tanto dinero que, ni quemándolo, termino con
él... Fanfarrón, yo, dice… ¿yo?
RELATOS DE LOS COMPONENTES DEL TALLER DE LECTURA DIRIGIDA Y NARRATIVA “EL TRANVÍA”
jueves, 22 de febrero de 2018
¿YO? Lilia Martín Abreu
QUÉ TE CREES Juan Roberto Núñez
Qué te
crees, ¿qué yo voy a estar yendo por ti al trabajo a buscarte? ¿Para qué tienes
los pies? No estaría mal que antes de irte, dejaras la comida pronta, así no
tengo que esperar a que vuelvas, las mujeres cada vez están más finas, que la
uñas, que el pelo, el ¿qué me pongo?.
Aún no se dan cuenta de que vinieron al mundo para que nos sirvan y
después dicen que no podemos estar sin ellas. No quieren ver que nos deben su
existencia, ya decía mi padre y mi abuelo, que sólo sirven para tener hijos y
tú tienes suerte de parir, porque si no, ya estabas fuera de esta casa, ahora
encima me pides permiso para ir de café con amigas, vaya fulanas, con la salud
que tienes me tildan de machista, esta vez ve, así no me dan tanta caña, pero
antes déjame el baño pronto y báñate cuando regreses, así lo dejas limpio, en
esta casa tengo que estar en todo, por algo están los hombres.
MIS PASOS Juan Carlos Chávez
Esas negras nubes que planean en el cielo,
avivan mi percepción de caerme
en un ahondado
sufrimiento. El paisaje descuartizado que se presenta ante
mí, me lleva a
vislumbrar pasos ciegos encaminados a una agonía latente, que
intuyo, no dejará de callar en su insistencia
hasta arrastrarme hacia el quemar
definitivo de mis palpitaciones. El aire, que
mi olfato se resiste inhalar, circula
contaminado de
pesadillas dispuestas a plasmarse en mi realidad. El mar, por su
parte, muestra su agresividad al golpear mis
esperanzas hasta dejarlas sin
aliento.
Ante este panorama desolador, caigo
desplomado; mi cuerpo ya débil
no resiste. Mi respiración se vuelve lenta,
mis latidos se desaceleran, el sudor
se manifiesta a borbotones como si de sangre
se tratara. Un dolor que parte de
mi estómago llega hasta mi tráquea,
obstruyéndola: aghh…
-¡Miau! ¡Qué trágico! -exclamó el autor- Menos
mal que desde que participo
en el taller de
narrativa, mi inspiración ya no viene tan cargada de tragedia.
EN UN PAÍS SIN ORTOGRAFÍA Lilia Martín Abreu
Se deshojaban los últimos
días de otoño y Marga buscaba afanada las palabras ante tanta
belleza, pero solo vio como caían las hojas, dejando su libreta
desnuda.
Ella, en el banco, trabajaba ilusionada, tratando
de hallar la inspiración en un rincón apartado de esa bucólica
plaza, cuando un ratón la distrajo y fue en ese momento
cuando observó que un coche circulaba con una vaca en
el techo y varios monos naranja con
cascos, sujetando una bomba.
En sus
labios se dibujó una sonrisa
pícara, mientras metía la mano en su mochila y con
destreza sacó el ratón, lo deslizó sobre su
muslo entretanto escribía en el teclado, no es lo mismo tener un
traje negro, que verse negro para tenerlo.
DESDE UNA EMOCIÓN Alicia Carmen
No, por favor, no intentes apoderarte de mí. Haría lo que fuera por no sentirte,
apártate. No quiero que por tu culpa se
me pongan los ojos rojos, los dientes apretados y esa dolorosa contracción en
la mandíbula. Por eso, prefiero apagar
la televisión, no encender el internet y mucho menos que me hablen por Skype. Mis manos están sudorosas y frías y ya están
empezando a temblar. Siento demasiada
ira.
TORMENTA María Elena Padrón
A ver…
Debes estar preguntándote qué hago aquí hablándote entre rejas. Pues yo, hablar y tú escuchar, por lo que me
han dicho mis carceleros. Yo no quería
matarla, pero lo hice y tengo aquí toda la vida para arrepentirme. Esa será mi tormenta. Tú, en cambio, vienes de otro mundo y claro,
eso allí no lo entienden. Cuando la
maté, caía sobre ambos una fuerte; sí, eso, una tormenta. No me mires así, supongo que no sabes lo que
es. Intentaré explicarte. Tormenta es cuando el cielo rompe con fuerza a llorar y el agua nos
empapa sin piedad. Es fuerte, poderosa,
aturde los oídos y el alma. Mi alma
atormentada de culpa. Caos de cosas, de
nervios, de rayos que iluminan. A mí, de
dolor, a ti esos brillantes ojos saltones y amarillos de extraterreste con los
que me miras sin entenderme…
EL EMIGRANTE Maruca Zamora
Hoy soy alto
y majestuoso; los años no me han vencido y eso que tengo 108 años. Ha habido épocas en que he decaído un poco,
pero cuando llega el invierno, la lluvia y el fresquito de la mañana, vuelvo a
ser yo.
Les cuento
que fui el primer emigrante de mi especie que vino a este país, junto a otra
compañera igualmente desconocida.
Pasamos por aduana, escondidos en una maleta. Éramos muy pequeños. En este país crecí siendo el único. La gente me venía a ver porque no conocían
otro igual.
Mi compañera
se extendió en la zona; quizá porque sus frutos rojo oscuros llamaban la
atención: hoy se conoce como ciruela
japonesa . Sin embargo, nadie veía
mi fruto, porque era del mismo color verde de mis hojas. Así que no me extendí, me quedé allí al lado
de mi amo que estaba siempre pendiente de mí, me cuidaba con esmero. Florecí y di fruto por primera vez un bonito
día.
Mi dueño,
gran amante de la naturaleza, me mostraba a sus amigos y les contaba de qué
país me había traído. Solía decir que yo
era un emigrante, igual que él. Y aquí
estoy, a pesar del tiempo transcurrido, deleitando año tras año con mis dulces
chirimoyas, gracias a mi amigo Rudecindo.
Gracias, amigo, por haberme traído a esta isla
tan maravillosa que me recuerda a la mía,
esta isla donde veo salir el sol cada mañana.
lunes, 12 de febrero de 2018
EL BEBÉ DE LOS PRIETO Juan Carlos Chávez
-¡Ya está otra vez llorando el puñetero
bebé de los Prietos! Todas las noches lo mismo.
Pepe, el compañero de trabajo, me dice que me ponga unos tapones en los
oídos, pero ¿no se da cuenta ese tarado que si lo hiciera, no oiría el puto
despertador por la mañana? Ayer, por fin, le puse cara a ese perturbador de
sueños cuando lo vi en el carrito con su madre en el supermercado. Ese niño
acaparó la atención de todos los que pasaban por allí. Que si era mono, que si
se lo comerían; pues a ver si se lo comen de verdad y puedo por fin pegar ojo.
¡Que ya está bien! Y la culpa es de la madre, que no sabe acurrucarlo. Las de
antes sí que sabían. La mía, por ejemplo, no sé cómo se las arreglaba, pero a
mi hermana nunca se la sintió llorar por las noches.
Desquiciado por ese lloro insistente que
ya le causaba cefalea, se levanta de la cama.
-¡Ya no aguanto más! ¡Esa madre me va
a oír -Se asoma a la ventana del patio interior, y se encuentra en la cornisa
de la azotea un gato maullando.
viernes, 9 de febrero de 2018
GRIETAS Génesis Dávila Padrón
La primera grieta se abrió en mí hace ya algunos años. Esta grieta tiene
nombre propio aunque prefiero no nombrarlo; el anonimato siempre le ha ido
bien.
La segunda la abrí yo hace seis
años, el día en que decidí dejar a mi familia, a mis amigos, mi casa e irme
afuera; necesitaba descubrir nuevos mundos, vivir aventuras, salir de la rutina
en la que estaba inmersa. No me
arrepiento de haberlo hecho porque gracias a ello, he experimentado y he vivido
cosas que hubiera sido imposible vivir de haberme quedado.
He pasado momentos difíciles y
duros que he superado con pura fuerza bruta, pero cierto es que lo peor ha sido
enfrentar la soledad; esa es una grieta bastante difícil de cerrar aunque
intente taparla, al cabo del tiempo vuelve a abrirse.
¿Grietas?. A veces me siento como una montaña impetuosa
y grande, con una visión esplendida de todo lo que se alza ante mí; una montaña
que parece indestructible. Pero luego,
un día llueve mucho y el peso de las gotas caen sobre la falda y ahí, justo en
ese momento, nuevas grietas se abren dejando al descubierto la piel a sangre
viva, pidiendo una cura que nadie, excepto yo, puede darme.
Ahora, en este presente en el que
vivo, hay una grieta grande, muy grande.
Llevo meses tratando de cerrarla, pero aquí sigue y cada día toma más
relevancia. Y si por unos días me alejo
sin ocuparme de ella, viene y me saluda para que no la olvide. Y no lo hago, créanme. Es que antes de ser grieta era fuego, un
fuego que me daba vida. Pero, por ahora,
seguirá siendo una grieta que se alimenta del recuerdo y que espero, pronto, se
convierta en olvido, para que se cierre por siempre, para poder pasar página, y
que con el paso del tiempo, otra grieta nueva ocupe su lugar.
MUJERES EN FLOR Virginia Sánchez
Fue aquella mujer la que desveló el
secreto.
Fueron sus sordos murmullos los que
despeinaron al viento.
Una tormenta rodó por su mente y, en
forma de estrellas,
saltó rumbo al cielo.
Nunca nadie había escuchado tan bellas
palabras.
Nunca nadie antes había soñado de
aquella manera.
Fue la mujer que habló con el bosque,
plantó semillas en el fondo del mar
y abrió lazos en el cielo.
Los árboles cicatrizaron sus heridas.
Las hojas muertas recuperaron su
brillo.
Y tan sólo una mirada bastó para
arrebatarle la furia al desdén.
Fueron sólo unas palabras las que
hicieron brotar
una realidad llena de misterio e
ilusión.
Un mundo de locas emociones
divergentes
que caminan, flotan y revolotean entre
las flores.
Son esas efímeras imágenes que no se
ven, pero se sienten.
Ahora, esa mujer está dentro de todas
las plantas
que con fuerza brotan alto y hermosas.
Plantas que nutren de vida a la
tierra.
Plantas que son Mujeres en Flor.
jueves, 8 de febrero de 2018
LA HIPOCRESÍA Lali Marcelino
De repente un buen
día, caminando por un sendero algo solitario y no fue un sueño aunque lo
parezca después de lo que voy a contarles, tenía ante mí un ser totalmente
extraño, sin boca, con unos ojos inmensos de un azul que hacía daño mirarlos,
con un cartel en la mano que decía: ¿HIPOCRESÍA?
Después
de toda una vida impartiendo clases de química en un instituto de mi ciudad y disfrutando en la actualidad de mi soltería
laboral, tenía que resolver un reto, el más difícil de mi vida.
Por
medio de un dibujo que hice en una pizarra, aparecíamos el extraño ser y yo
abrazándonos con el placer reflejado en nuestras caras, en otro dibujo aparecíamos
igualmente abrazados, con cara de enfadados mostrando una actitud totalmente
agresiva. Como vi que su cara reflejaba “mi no entender”, borré los dibujos y
le escribí: ¡¡POLITICOS HIPÓCRITAS!!. Sus grandes ojos azules se abrieron más y
a mi pregunta: ¿entendiste?, asintió con su cabeza y se fue muy convencido de
mi definición.
Hasta
en Marte han oído hablar de nuestros mentirosos e hipócritas políticos.
COMUNICACIÓN ENGAÑOSA Lali Marcelino
Viajes
de ensueño, cremas rejuvenecedoras, niños escuálidos, refugiados sin hogar,
ciclones y terremotos, guerras, toros sí, toros no, reyes que matan elefantes,
princesas corruptas, coches de oro, atletas que lloran, premios nobles
injustos, yates millonarios, niños violados, políticos buenos, políticos malos.
¡Es
George Clooney!, con su aromático café, que no sé ni la marca. Con un toque de
tecla se me va de la vista.
Es
impresionante cómo sin darnos cuenta, pasamos del café, al duradero, efectivo,
sabroso y colorido ¡Durex!. Lo mejor de lo mejor, para tus momentos más
“íntimos y gozosos”…jejejejeje, aunque
con otro toque de tecla, escucho como un alza cuellos de la vieja guardia,
defiende a ultranza la concepción y un no rotundo a los anticonceptivos. El
dedo es muy sabio y cambia de canal con un automatismo inconsciente. En un debate,
un famoso juez relevado de sus funciones, nos habla de las cajas B y de cómo
castigar el hecho. Más de lo mismo.
¡Te
llevará a la felicidad segura! Es el resumen de lo que a continuación veo.
Charlize Theron, con su impresionante presencia, nos lleva ante un perfume que
debe ser algo así como el salvador de almas y parejas. De inmediato comienza el
capítulo 1200 de una serie enfermiza, donde el padre del niño, es alguien que
tiene una madre pérfida y malvada que no quiere saber nada de su nieto ni de su
posible nuera.
Otra
vez el dedo inconsciente, que nos salva de este aterrador momento. ¡Por fin!,
imágenes de un bosque maravilloso, más bien selva. Kilómetros y kilómetros de
un paisaje verde, a vista de pájaro. ¡Oh no!, máquinas demoledoras llevan a
cabo un crimen. Una urbanización en medio de esta maraña de verdes diversos.
Ecologistas en acción con pancartas y gritos de ¡fuera, fuera!.
El
dedo vuelve a sacarme de lo que ya no me gusta. En mi búsqueda de un lado al
otro del mundo, me gustaría quedarme en alguno, pero no sé en cuál. Nada me
satisface y me pregunto el porqué de tanta ansiedad. Me apetece llevar mi dedo
en busca de un lugar dónde no exista la sinrazón, la injusticia…pero sobre todo,
la manipulación de los medios de comunicación.
Me
rindo y echo mano de un libro, que también elijo a dedo de mi biblioteca
particular.
EL ASESINO SIEMPRE VUELVE AL LUGAR DEL CRIMEN Juani Hernández
Todo el mundo lo sabe,
siempre vuelven; aunque aquel crimen había sido…distinto.
A diario salía dar su
matinal paseo. Era muy agradable pasear
por su barrio de pequeñas casas ajardinadas, bien cuidadas y de gente pacífica
y educada. Había sido un acierto mudarse
allí; se lo tenía que agradecer a la insistencia de su dulce y encantadora
esposa…Claro que, ella conocía muy bien el barrio porque había crecido en
él. Y aunque guardara el terrible recuerdo
del asesinato de sus dos hermanas menores y la posterior muerte de sus padres
de una extraña y desconocida enfermedad, ella insistió en que había heredado la
casa y allí se irían a vivir el resto de sus días. Así mismo fue.
Se trasladaron a la antigua casa familiar.
Él había notado un
sutil cambio en la actitud de su esposa; estaba seguro que se debía a los
desagradables sucesos acaecidos allí pero, no dejaba de intrigarle la afición
repentina en convertir el jardín en un bello oasis, casi casi un
santuario. Había colocado hasta cuatro
cruces rodeadas de bellos rosales y perfumados alhelíes. Es más, hasta había encargado una nueva cruz,
en fin esa manía de su esposa no le molestaba ni lo más mínimo, si ella era
feliz así y la mantenía entretenida.
Un día, como de
costumbre, la esposa preparó la mesa para la cena con un impoluto mantel y un
primoroso ramo central. No cabía duda de
que ella era de una sensibilidad fuera de lo común, pensaba el marido, aunque
hoy no sabía por qué, al regreso de su paseo, había encontrado en el jardín esa
enorme zanja. No imaginaba qué pensaba
plantar allí. Miró a su esposa y le
recorrió un escalofrío al descubrir en sus ojos y en su sonrisa un brillo
macabro y estremecedor, no sabía si de satisfacción…
Come, querida, hoy he
cocinado algo muy especial. Una antigua
receta familiar que, desde que falta mi familia, no había vuelto a cocinar…
UN VERANO EN EL HORIZONTE Ana Benítez
En lo alto
de las montañas vive Bruno; el tiempo era inhóspito y gélido hasta tal punto
que las orejas se le caían para abrigar su rostro. Las pezuñas de sus patas
estaban aclimatadas a caminar por las heladas laderas. Y también habituado a
que su dueño le increpara por sus quejidos rebuznos; gritándole incesantemente:
“maldito ignorante, no sé de qué protestas, si lo único que haces es comer y
dormir”. Entonces, el burro cabizbajo, cabeceaba todo el tiempo como si le
diera la razón. No quería poner en peligro su pequeña ración de alfalfa.
Ya faltaba
poco para llegar a su destino; y era el único momento en que al asno se le
iluminaban las facciones de alegría; y hasta las orejas volvían a su estado
natural. La felicidad con que los niños del colegio le recibían; a los que le
llevaba leche y pan todos los días; hacía olvidar las penurias de su viaje y de
su existencia. Nervioso, intranquilo, divisó a Carlitos; el de quinto curso,
que venía corriendo a narrarle el cuento como hacía cada día; en los escasos
minutos que su dueño le daba de descanso antes de reemprender el camino de
vuelta. No se cansaba de oír, en boca del niño, las aventuras de un burro que
se llamaba Platero, que con su amo, recorría el mundo contemplando paisajes
maravillosos donde el sol y el mar eran testigos de su complicidad y del amor
que se profesaban. Saboreaba cada palabra, cada frase, cada metáfora… como en
su imaginación saboreaba las naranjas, granadas o brevas que aparecían en el
cuento. Era tan feliz que movía el rabo al ritmo de un musical de rock and
roll. Bruno soñaba cada día, cuando oía
este relato, en un verano en el horizonte en busca de Platero.
Alicia Carmen UNA HORA EN LA VIDA DE…
Pues
sí, en una hora sucedía todo de lunes a viernes y a las seis de la mañana. Yo
me sentía como James Steward y Grace Kelly, en la película “La ventana
indiscreta”, “Sólo me faltaban los prismáticos”.
Justo a esa hora
se encendía la luz de la cocina del piso que me quedaba enfrente. Yo sólo necesitaba incorporarme un poco de mi
cama y ver el espectáculo. En ese momento ella aparecía con su pelo alborotado,
su bata vieja y mal abrochada, sus zapatillas deshilachadas arrastrándose por
la cocina. Con desgana comenzaba a preparar el café, a calentar la leche, a
tostar el pan. Traía la mermelada, la mantequilla, volvía a abrir la nevera,
ahora le tocaba a los huevos, la tocineta. A través de las ventanas
entreabiertas me llegaba el aroma, sí, supongo que era buena cocinera.
Momentos
después aparecían los niños, eran tres. La mayor siempre tratando de subirse la
falda, enrollándola en la cintura y los más pequeños protestaban, quizás
querían panquecas con miel, eso yo no lo oía, o porque la leche estaba
demasiado caliente, o la tocineta fría. Ella sin inmutarse, seguía trajinando y
soportando los malos humores mañaneros.
De repente
aparecía el esposo bien trajeado, siempre con unas elegantes corbatas y el pelo
engominado y por sus gestos parece que le exigía a su mujer, que en vez de
huevos fritos quería tortilla o que en lugar del café, hoy le apetecía un té.
Por fin todos
parecían satisfechos, los hijos agarraban sus mochilas y se despedían con un
tímido movimiento de sus manos y el padre le daba un beso fugaz en la mejilla.
Todo estaba en calma y ahora ella se sentaba, tomaba un sorbito de su bebida
preferida y pensaba en las tareas que seguían a continuación: lavar la ropa,
fregar el piso, preparar almuerzo y cena y un largo etcétera. En ese momento
empezaba de verdad su día.
Se acercaba al
tocadiscos y ponía a todo volumen música bailable: mambo, bolero,
cha-cha-cha…cuánto más movida mejor. Se descalzaba, se hacía una coleta en el
pelo y fuera esa horrible bata…y ¡a bailar! Su cuerpo se volvía un torbellino,
movimientos voluptuosos, insinuantes…jamás vi una bailarina profesional
moviéndose con ese estilo. Vaya ritmo, todo sensualidad, su cuerpo parecía
flotar.
Una sola hora en
la vida de una mujer dan para mucho.
¿A QUÉ LIBRO TE IRÍAS A VIVIR? María Elena Padrón
Ante aquella pregunta
formulada por su hijo adolescente, la mujer pidió tiempo para meditar la
respuesta. Outlander no era una buena opción porque transcurría en época de
bárbaros y guerreros. Tal vez la hermosa
ribeira sacra de Todo esto le daré
de Dolores Redondo o ese Tiempo entre
costuras, por estar tan bien
ambientado. ¡Ya lo tenía!. Sin ápice de
duda, la mujer se llenó de brillo en los ojos y dijo:
–Las haciendas cafetaleras de Palmeras en la Nieve sería un lugar mágico e idílico para vivir.
miércoles, 7 de febrero de 2018
¿Qué es POESÍA? Carmen Garcés
Érase una vez un humilde campesino
que vivía en las verdes y frondosas tierras; una de las tantas que tiene América del Sur.
Cierto día, mientras trabajaba en
sus sembradíos, vio cómo se acercaba un
ser extraño; enseguida supo que ese ser no era de este planeta.
Este raro hombrecillo había llegado
a la Tierra con una única misión, ¡entender qué era la poesía!. Dado que no había nadie
más en los alrededores, decidió abordar al atemorizado hombre; y así, sin mucho
preámbulo, le pidió que se lo explicara.
Al
principio el campesino vaciló, sin embargo, una vez recuperado del susto, comenzó a
hablar:
“Carajo compae, chiquita vaina me etá echando usté. A ver como se lo digo, porque
yo no soy estudiao y de esas cosas poco sé, pero bueno… voy a procurar.
Mire,
allí en el cielo, ¿ve los rayos de sol po en medio´e las nubes…?. Venga, venga,
fíjese como la tierra generosa, me da sus fruto en pago al sudor´e mi duro
trabajo…; y, ¿ve estas flores que están por to el campo? Las hay rojas,
amarillas, blancas…, acérquese, huélalas, ¿verdá que huelen bien?, toas tienen un
oló distinto, y tos los días, cuando
vengo pa´ca pueo sentilo…
¿Ve
aquellos pájaros con plumas tan bonitas y oye sus cantos?, ¿a qué son lo mejó que ha escuchao nunca?.
Ahora,
va ir conmigo a mi ranchito, verá con el amor que me recibe mi mujer cuando vuelvo`e bregá; y
luego, tumbaos en una hamaca, veremos cómo se pone el sol por detrá aquella
montaña; son tantos los colores en el
cielo, que`os ojos se le ponen a
uno, aguaitos´e la alegría.
La verdá, no sé si he podido aclarárselo
bien, pero pa mí, compadrito, pa mí ¡eso´e la Poesía!”.
¿QUÉ ES UN LIBRO? Juan Carlos Chávez
Un extraterrestre de apariencia humana
adulta, en su visita a la tierra, se detuvo en un parque dónde había una niña
jugando con su muñeca. Le llamó la atención esa personita y, para entrar en
conversación con ella, adoptó la apariencia de otra niña para evitar que su
madre, absorta con un móvil en un banco cercano, pudiera caer en la
desconfianza y romper esa interacción.
-¡Hola! Me gusta tu muñeca. ¿Cómo se
llama? -Le preguntó con entusiasmo.
-Nely.
-¿Nely? Bonito nombre.
-Es el nombre de una niña que leí en un
libro
-¿Un libro? ¿Y qué es un libro?
-Un libro es un montón de hojas pegadas una
de la otra por los lados, escritas con muchas palabras para leer, y algunos
también tienen muchos dibujos.
-¿Y qué se lee?
-Pues historias que se le ocurren a los
mayores.
-¿Historias de qué?
-Historias de castillos, princesas y príncipes.
-¿Sólo eso?
-No, también de animales, de brujas, de
niños.......
En ese momento interrumpe la madre;
-¡Ariana! ¡Vamos! ¡Qué se hace tarde! ¡Y
dile adiós a la extraterrestre! ¡Que ella no me ha reconocido, pero yo sí!
LO INEXPLICABLE Carlota Sosa
Explicarle a un extraterrestre que es un microondas desde la voz de un campesino
en alguna parte tierra adentro de América del Sur.
Un indígena
quechua acababa de llegar a su hogar muy asustado. Llamó a su hijo mayor, que
pertenecía a la cooperativa agrícola de la región, para contarle lo
ocurrido. Manuel comenzó el relato con
voz entrecortada:
Después de
finalizar las labores agrícolas, me
entretuve un rato analizando la cosecha. Comprobé que en unos días estaría
lista. De pronto, sentí que ya no permanecía solo. Lo que vi me puso los pelos de punta: un ser muy alto, con
ojos saltones, que emitía una extraña luz verdosa. Quise correr pero no podía
moverme. Me hablaba con imágenes que se formaban en mi cabeza. Veía unas ondas
como las del lago Titicaca cuando sopla el viento y luego, una especie de aparato que las emitía.
¿Preguntaba por ese pequeño horno que utilizaban sus parientes en la capital?
Contesté que aquí
no teníamos, pero en Chuquisaca (Sucre,
la capital) sí. Un q`uncla Kankay (horno
para calentar la comida), que funciona con ondas, como la radio. Eso dije
porque así me lo habían explicado. No sé... No recuerdo nada más hasta que me
di cuenta que el ser ya no estaba.
En la cooperativa
mandaron a miembros del Gobierno para revisar el campo de quínoa de Manuel.
Algo encontraron, porque le advirtieron
que debía guardar secreto, por su propio bien y el de su familia.
¿QUÉ ES UNA FLOR? Alicia Carmen
Cómo responder a esa pregunta si soy, como soy, una pija
treintañera y superficial y si quien me lo pregunta, además, es un
extraterrestre?
¡Oye tío, tan viejo y no sabes
lo que es una flor? Pues no veas si
eres raro, pero vale, ¡mucho gusto !
Ay!! , me has roto mi uñita, ¡¡qué
desgracia!! , ahora qué hago si
me llaman para el casting, yo que ya llevo
puestos mi sujetador y mis bragas sexis y …
¿no ves mis pantalones apretados luciendo
culete ?
Y, pensando en mi novio , yo lo quiero cantidad, pero es un poco raro
y no le gustará que no esté a
la última.
Así es que porfa please , no
te enfades pero hasta el García Sanabria
no puedo acompañarte. Te lo juro
por Snoopy, yo soy buena chica pero
mi físico es primero y hoy me toca
gimnasio. ¿Sabes? es duro siempre mantenerse
jóven y emperifollada. Y qué te
parece mi bolso XXL?
Allí cabe la plancha
para el pelo, la lámpara para ponerme morena
y hasta mi perri asomándose con su lacito rosa.
Ah , no me acordaba, tú quieres
saber lo que es una flor, pues mira ,
me bajo los pantalones y aquí atrás donde la
espalda cambia su nombre, ves ese tatuaje ?
.. Es una flor, pues ya la viste , se
llama margarita.
Ya, vale, he cumplido, ahora adiós que
me voy a un concierto de rock .
martes, 6 de febrero de 2018
Maruca Zamora VENTANAS DE PAPEL
Ilustración de Juani Hernández |
Estoy
asomada a la venta de mi casa, si eso se puede llamar casa, está muy
estropeada, las escaleras están rotas, la puerta no cierra bien, las ventanas
sin cristales, mamá les pone papeles para taparlas y protegernos a mis hermanos
y a mí del frío, o en verano del sol que entra por ellas.
Se
lo cuento a Carmita, mi amiga invisible para todos, pero no para mí, que hablo
con ella y le cuento mis cosas, le digo…no, todo no es malo, por las noches
desde mi cama veo las estrellas en el cielo y la luna que siempre me sonríe…por
la mañana al levantarme oigo los pajaritos cantar al nuevo día. Miro y veo a
través de ese marco con forma de ventana, los campos verdes y flores de
diferentes colores. La gente va y viene a sus labores diarias, con caras de
alegría y yo no puedo ser diferente: ¡Qué bella es la primavera! y qué suerte
tengo de contemplarla, aunque sea a través de esta ventana sin cristales que
mamá en ocasiones cubre con papel para
protegernos del frío o el sol.
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