Desde
tiempos remotos ha estado allí, en mi vieja casa. Cuando era pequeña, me intrigaba mucho ese
baúl porque siempre permanecía cerrado y mi imaginación de niña volaba pensando
en tesoros escondidos. Esa idea crecía
aún más al preguntar y recibir por respuesta que estaba cerrado porque guardaba
cosas muy importantes.
Con los
años, supe que lo había traído de Cuba mi tío, un emigrante que después de
mucho tiempo de ausencia, había regresado a su casa cargando en aquel baúl toda
su fortuna y todos los recuerdos que quería conservar. Así permaneció muchos
años hasta que un día, finalmente, lo abrí.
Me llevé
una gran desilusión al comprobar que el baúl no guardaba los tesoros que mi
mente de niña había imaginado.
Indudablemente lo eran para su dueño: cartas de su padre, de su novia,
tarjetas, documentos muy antiguos, entre ellos una escritura del año 1848, un
cuchillo con cabo de carey, un sombrero, una camisa guayabera –ropa típica del
país donde estuvo –y otras cosas.
Mientras revisaba el contenido, llamó mi atención una pequeña gaveta que
tenía el baúl en su interior. Al abrirla
quedé extrañada al ver que estaba llena de botones de todos los tamaños y
colores. Me pregunté por qué guardarían
eso allí. No tuve explicación.
Con el
tiempo, comprendí que el tesoro que de niña me había imaginado, se había
quedado corto. El que había encontrado
tenía un valor sentimental incalculable: grandes recuerdos, historias pasadas,
muy lejanas, tanto como 104 años. Hoy en
día es un tesoro que conservo con mucho orgullo por haber pertenecido a una
persona a la que quise mucho.
Los viejos baúles siempre han sido protagonistas y guardianes de bonitas, interesantes, misteriosas historias. El tuyo también, Maruca.
ResponderEliminarMuy lindo tu relato Maruca !-Al igual que tu BAUL, en ocasiones muchas personas voluntaria o involutariamente se cierran ocultandonos tesoros inmensurables de su SER a los que permanecemos ciegos hasta que por determinadas circunstancias de la vida quedan expuestos y tal cual tu relato aun sin comprender los totalmente nos quedamos mucho mas que sorprendidos y comenzamos a QUERERLOS MUCHO MAS !
ResponderEliminar¿Qué encontrarán en mi baúl?¿Las cartas de quién guardaré?¿Cuál será el objeto que no querré perder por nada del mundo?...¿quién abrirá para curiosear en mi baúl?
ResponderEliminartu BAUL no necesita ser material ya que lo que no querras perder sospecho es el recuerdo de vivencias y sentires .Para ese entonces el que querra abrir la memoria y curiosear seras vos mismo para decir satisfecho FUI YO a pesar de todo y de todos EH AHI MI MAYOR TESORO.
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