Soy una alcantarilla
dulce y maliciosa que discurre en la profundidad de la ciudad. ¡¡Tantos
residuos se acumulan aquí!!. Por eso, además de maliciosa soy también muy sabia
pues he aprendido mucho sobre la humanidad que reside arriba, a pocos metros.
Podría contar tantas cosas... Nadie puede imaginar lo que hasta mis entrañas ha
llegado; aquí tengo el anillo de compromiso de la descuidada chica de la calle
32 y pensar que al pobre novio le faltan tantas facturas por pagar.
También sé de sueños
rotos, ¡cuántos trocitos de cartas he recibido!: unas de despedida, otras de
reproche, unas pocas de agradecimiento. ¡Qué pena!, como sufren los humanos.
Con lo fácil que es vivir en armonía, yo soy un ejemplo, aquí convivimos ratas,
cucarachas y hasta personas. Son gente sin nombre, sin familia, sin país.
Siguen esperando una oportunidad, pero la ciudad no los ve, porque no los
quiere ver. A pesar de eso, somos una comunidad feliz, y hasta fuimos
protagonistas de una película. A través de esta alcantarilla que soy, un famoso
preso alcanzó su libertad y ahora vive con sus millones en la Riviera
Mexicana. Y todavía me debe ese favor.
¡Qué dulce, qué sabia, qué buena contadora de historias eres, Alicia! Aunque estamos felices de que estés disfrutando un tiempito con tu familia, queremos que sepas que…¡te vamos a extrañar! Un abrazo
ResponderEliminarLo has resuelto magnificamente, ingenioso, interesante, y esplendido¡¡FELICIDADES!!
ResponderEliminar