Al presentarme a consulta,
mi sorpresa fue mayor cuando me dijo la secretaria que ya me había pasado a
consulta, yo le decía, no, estoy llegando al Hospital pero ella me insistía, ya
te pasé esta mañana, por más que le repetía no había manera, terminé por reírme
y tomarlo a broma, cómo hacerle entender que acababa de llegar, al final le
dije, mira mi carnet y compruébalo con la otra paciente que, según usted, entró
a consulta ya, compruebe los apellidos, Pérez García Rosa, le contesté esa soy
yo pero no he pasado a consulta, no he estado aquí. La chica no salía de sus
asombro, no sabía qué hacer, al ver que
yo insistía volvió a revisar el ordenador para ver la ficha, y cual sería mi sorpresa,
la señora que estaba en consulta se
llamaba igual que yo: nombre y apellidos, tenía mi mismo problema con la
garganta, lo único que no cuadraba era el número de carnet, pues a ella la
consultaron con mi historial clínico. Al fin se aclaró el error y pude
comprobar que yo… no había estado allí.
Increíble pero acierto. Una experiencia desafortunada que se ha convertido en una anécdota divertida para ser contada.
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