Abro los ojos y miro
el reloj, ¡que alegría me da!, puedo seguir diez minutos más en la cama, porque
soy de las que, en ella, hago virguerías: boca arriba, cruzada, desnuda, de
lado, vestida y hasta sentada, siempre pero siempre, me quedo dormida con una
facilidad sorprendente, y para completar el placer, sueño, ronco y hasta me
babeo.
Empiezo el día con un
café y una buena ducha, y a la calle, en compañía de mi hija, en busca de un
vestido para asistir a una fiesta. Entro al probador con tres en el brazo.
Me voy quitando la
ropa delante de aquel despliegue de espejos, que me intimidan y censuran. Desde
cualquier ángulo que mire, estoy reflejada en todo mi esplendor, hasta en el
techo hay uno, muy bien acompañado de un súper potente neón, que me inunda de
luz y, bajo tal torrente de iluminación…¡sorpresa!, descubro que tengo
anorexia, ¡sí anorexia!, porque de cualquier lado que me mire me veo gorda.
Con mi desconcierto y
bajo tal luminosidad, me sigo contemplando como hacía tiempo no lo hacía, y
cual no será mi admiración al ver
que, no es anorexia, ¡no,no!; lo que
tengo es tremendo cuerpo, ¡si! ¡tremendo culo! ¡tremenda delantera! ¡GUAUUU! Yo
misma me sorprendo, si lo que yo tengo es un descomunal cuerpo PORNO, ¡sí
porno! Por no, hacer dieta, tengo un cuerpo voluminoso, por no hacer
ejercicios, tengo un cuerpo bastante fláccido.
Me salgo de ese
probador, como absorbida por una escultura de Botero, confundida,
apesadumbrada, y con un solo propósito, buscar una dulcería para quitarme el
sabor amargo que me causó ese endemoniado probador, y ya el lunes veré si
empiezo la dieta, lo que no tengo claro es de cuál semana, y menos el mes.
Este ejercicio te venía al pelo porque, ¿quién mejor que tú para sacarle filo a la idea de reírse de uno mismo?. Genial como siempre; genial como tú. Abrazos, Lilia.
ResponderEliminarMe he reído muchísimo, que falta me hacía ; dominas la ironía y el sarcasmo con auténtica magestría.Te felicito.Un abrazo. Roberto.
ResponderEliminarMe encanto la ironia y sarcasmo que desplegaste en este relato, por favor no pierdas nunca ese buen humor que nos trásmites. Carmen.
ResponderEliminarDefinitivamente Lilia eres graciosa en cantidad , antes de hablar ya me haces sonreir . Bravo. Alicia
ResponderEliminarDefinitivamente Lilia eres super graciosa , es maravilloso el don de hacer reír a las personas . Felicidades. Alicia.
ResponderEliminarQ buena eres Lilia....gracias x el momento tan simpático. Bsss...Sandra Mai
ResponderEliminarMe encanta ese desparpajo, esa fina ironía y ese humor.
ResponderEliminarSoy del taller de Flores del Teide y una admiradora tuya.
Hay que saber reírse de uno mismo como sólo tu sabes hacer. Muchas Felicidades y gracias por compartir tu alegría
ResponderEliminarLo que hace a un escritor bueno, es la capacidad de contar sus propias experiencias y que los demás se identifiquen con ella, gracias por este relato con un fondo tan personal y a la vez tan común..
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