Que me perdone, D.
Julio Cortázar (escritor) por favor no puedo desarrollar esta tarea, qué pena
no haberle conocido cincuenta años atrás. El tener que insertar palabras
imaginarias en las que prevalezca una atmósfera erótica… aquí comienza mi odisea, consulto con mi
diccionario de doce tomos y nada, sigo con la Biblia, me quedo en ayunas, sigo
por El Quijote y termino con el libro gordo de Petete. En el mismo instante que
pensaba, esto para mí es desde todo punto de vista imposible de realizar,
¡Aleluya!, llega a casa una de mis amigas, llegaba de “Mexico”; vive temporadas
allí, ya que su hija tiene su residencia en ese país. Me encontró con mis
resoplidos continuados, ¡le conté!. Ella
se plantó ante mí con sus brazos en jarras y comenzó a espetar.
¡Pero mujer! No te has
enterado de que tus “neuronas” ¡eróticas! se han borrado de tu cerebro, ¡ya no
existen!. Piensa en que no las encontrarás. Recuerda a la Jurado; su canción,
pero ella fue de “tanto usarlo”, pero ¡tú! es de ¡NO!
¡Venga! Me dice para
animarme, rodeando mis hombros con sus brazos.
Vamos a la cocina, que es lo nuestro. Te prometo que lo vas a pasar muy
feliz haciendo esta receta, que te voy redactando, y tú te encargas de realizar.
Te prometo que será de lo más divertido
Pavo al Tequila. Elaboración.
1. Vaya a comprar el pavo.
2. Tómese un trago de tequila.
3. Ponga el pavo en el horno.
4. Tómese otros dos tragos de tequila.
5. Ponga el grado a 180 hornos.
6. Tómese tres tequilas más de trago.
7. Asa el prendo.
8. Tequila otra botella de trago.
9. Inserte el pavo en el termómetro
10. Saque el horno del pavo.
11. Repave el lleno
12. Consígase otra tequella de brotilla
13. Bendiga la dición, sirva y cómase.
14. Lissssto, ¡hip!