Pablo se
levantó temprano. Sabía que iba a ser un
día importante. Ayer había decidido
hablar con Rosalba, su mujer, contarle aquello que venía ocultándole hacía ya
más de dos años, a ella, que siempre había confiado en él para que él
traicionara esa confianza, mintiéndole.
Salió a
buscarla y allí estaba ella, preparando el café, como cada día; se acercó y le
dijo con voz temblorosa, tengo que hablar contigo. Ella lo miró y vio en sus ojos la
preocupación. Lentamente, dejó la taza
sobre la mesa y se sentó en la silla que tenía a su lado.
Pablo
comenzó a hablar. Sé que has confiado en
mí y que no mereces que te haya engañado en algo que sé es tan importante para
ti, pero créeme, no sabía cómo decírtelo, sólo espero que puedas perdonarme
algún día este terrible error que he cometido, realmente lo hice sin pensar en
las consecuencias.
Rosalba lo
miró en silencio, sin dar crédito a lo que escuchaba y sin poder articular
palabra.
Pablo
respiró profundamente y continúo.
Rosalba, lo que tengo que confesarte es que… yo también voté por Rajoy.
Has sabido construir la historia de modo que quien lee espere una confesión de consecuencias más dramáticas y definitivas, (no significa que ésta no lo sea). En todo caso, el lector siempre agradece ser sorprendido.
ResponderEliminarEres una picara, me has tenido intrigada durante todo el relato. Estupenda trama de elecciones. El PP lo agradecerá,
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